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Jorge Abarca: cuatro décadas de trabajo en la Facultad de Ciencias Biológicas

septiembre 27, 2024


photo_camera Jorge Abarca (izquierda) llegó a la Facultad de Ciencias Biológicas el 1 de julio de 1978. En sus primeros años como profesional experimentó la masiva llegada de los primeros computadores modernos a la UC. También trabajó muchos años con el científico Jorge Belmar (a su derecha). Registros fotográficos del ex departamento de Fisiología.

Después de cuarenta años de dedicación y pasión, Jorge Abarca se encuentra  aún cumpliendo labores de investigación. Ahora, desde una perspectiva de apoyo a profesores y profesoras. Sin, embargo, aún piensa en esas cuatro décadas en la Facultad de Ciencias Biológicas como funcionario: un lugar que ha sido más que un trabajo, su segunda casa. Cada rincón de los pasillos de la casa central son ecos generacionales.

En uno de esos momentos de nostalgia, Jorge se detiene frente a un viejo álbum de fotos. La primera fotografía que capta su atención es del año 1984. En blanco y negro se ven dos rostros: la suya y la del profesor Belmar. “Jorge Belmar Canales fue uno de los mejores profesores de la cátedra de Fisiología que haya conocido. Durante los años ochenta, su entusiasmo y dedicación dejaron una huella imborrable en sus estudiantes”, dice.

En sus memorias recuerda una escena en particular, cuando decidieron realizar trabajos prácticos en el laboratorio de Fisiología, en ese entonces situado cerca de la escalera de caracol de la esquina de Portugal con Marcoleta. Jorge recuerda al profesor Belmar como un gran mentor y quien encendió la pasión de él por la enseñanza. “Tiempo después hice un magister  en Ciencias Biológicas”, añade. 

La jubilación le trae la calma que siempre anheló: los días pasan más lentos, pero también extraña esos momentos de complicidad y risas con sus compañeros de trabajo en esas horas de almuerzo en el casino. Cada uno de ellos se convirtieron en una familia que trascendió lo profesional.

“Sabe, al terminar mi vida profesional como funcionario me siento muy agradecido. La universidad me permitió trabajar en lo que a mí siempre me gustó. Me pregunto si ¿uno vive para trabajar o trabaja para vivir? En mi caso, el trabajo es parte de mi vida, pero yo tuve la suerte de estudiar y trabajar en lo que quería”.

Cuando Jorge Abarca llegó a la Facultad de Ciencias Biológicas (el 1 de julio de 1978) supo de inmediato que estaba en el lugar correcto. Un año antes se había titulado como tecnólogo médico en la Universidad de Chile. En sus primeros años como profesional experimentó la masiva llegada de los primeros computadores modernos a la UC. “Uno estaba acostumbrado a las máquinas a roneo, antecesoras a la las fotocopiadoras  actuales… eso era todo lo que había”. Y de pronto el tiempo pasó y la modernidad llegó a las ciencias, hasta ver toda la tecnología de punta que albergan los edificios de Casa Central. “Muchos años, si incluso me ha tocado compartir con los  rectores de esa época, desde el almirante Jorge Swett Magde, hasta ahora el doctor Ignacio Sanchez”, responde entre risas. 

Para este tecnólogo medico, “la universidad es un centro de la creatividad y del conocimiento, no una empresa” y desarrollar el intelecto es fundamental para formar la mente de los estudiantes. “Es lo que más emoción me da. Aterrizar en la investigación científica fue muy especial para mí”. Consultado sobre su mejor recuerdo, responde sin titubear: “conocer a tantos estudiantes y profesores como la doctora Katia Gysling, el profesor Gonzalo Bustos, Jorge Belmar y Estela Andrés. En la actualidad a los profesores Waldo Cerpa y Jorge Campusano. Ha sido un placer trabajar con ellos”. 

¿Qué le diría a las nuevas generaciones que se integrarán a trabajar a la UC? “Mira, la vida nos va enseñando poco a poco lo que vamos aprendiendo. Hoy quizás no lo vemos, porque las nuevas generaciones están en un mundo que constantemente está cambiando y todo es muy veloz, pero me gustaría decirles que se tomen el tiempo, que cada trabajo lo hagan a conciencia y no simplemente por sacar un título universitario. ¿La sociedad los está presionado? Sí, pero está en uno cambiar el curso de la vida. Disfruten, compartan, y vivan cada momento”. 

Jorge Abarca, hoy ya jubilado de la Facultad de Ciencias Biológicas, termina esta entrevista mostrándonos una vez más esta fotografía con el profesor Belmar. Quiere que aparezca en la nota. “Es de las fotos más importantes de mi carrera como profesional”, concluye. 



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