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Dr. Luis Larrondo ante horario de invierno: “El cuerpo humano se adapta mejor al despertar con luz natural”

abril 8, 2024


photo_camera Uno de los puntos que destaca el especialista es que el cuerpo humano se adapta mejor al despertar con luz natural, lo que favorece el horario de invierno y puntualizó que mantener un horario fijo todo el año sería lo recomendable, por la cronobiología para optimizar la salud; Getty Images

El pasado 6 de abril, las y los habitantes de Chile continental e insular, a excepción de la Región de Magallanes y la Antártica chilena, debieron retrasar sus relojes en una hora para dar inicio al horario de invierno. El motivo de las autoridades es el ahorro de energía: aprovechar al máximo la luz solar durante el verano y así economizar electricidad.

Si bien, en reiteradas ocasiones se ha justificado estas decisiones con el argumento ahorrativo, todavía es un debate que sigue abierto, sobre todo en la comunidad científica y médica del país.

El Dr. Luis Larrondo, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y director del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), es enfático en señalar que, “tras décadas de estudios científicos y datos estadísticos y clínicos, es posible plantear que el horario más recomendable, dada nuestra ubicación geográfica, es el de invierno, o lo que se llama horario estándar, el cual se debería mantener de forma constante”.

Según el doctor en Biología Celular y Molecular de la UC, “si ahora en abril retrasáramos el reloj y nos mantuviéramos en ese horario de forma permanente, sería ideal. El problema es que en septiembre, volveremos a hacer un cambio hacia el horario de verano y eso es un problema”.

Esto en respuesta a quienes argumentan que se debe fijar siempre el horario de verano. “Debemos privilegiar donde haya la mayor cantidad de luz posible cuando despertamos, lo que es factible en el horario estándar (GMT-4). Por lo tanto, lo ideal sería no cambiar el horario y establecer el de invierno, considerando que la medida aplicada por años es una decisión artificial que le exige a nuestro cuerpo funcionar desfasado de la hora geográfica local”, añadió.

Nuestro cuerpo agradecerá este proceso…

En cuanto a los efectos asociados al próximo cambio de hora, el investigador detalla que podemos sentir con mayor frecuencia sensación de fatiga, dificultades para levantarse, episodios de ansiedad, irritabilidad, además de una menor productividad en nuestras labores diarias. 

“Hay que hacer una precisión: las repercusiones fisiológicas que experimentaremos este abril no son tan drásticas comparado con los que ocurrirán en septiembre (si es que se mantiene la decisión de ir alternando horario de invierno y verano)”, advierte.

Sin embargo, el académico asegura que “nuestro cuerpo agradecerá este proceso, ya que despertaremos cuando empieza a haber un poco de luz, a diferencia cuando lo hacemos casi en oscuridad (pasado las 8 am) si se estuviera en horario de verano”.

Cabe destacar que el profesor Luis Larrondo es Bioquímico y Doctor en Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Sus líneas de investigación se enfocan en los mecanismos moleculares de los relojes circadianos. Para esto, ha utilizado como modelos de estudio hongos y distintas aproximaciones de biología sintética, tales como optogenética. En más de una ocasión, el académico UC ha manifestado el impacto que generan los cambios de hora, basándose en los ritmos circadianos y jet lag social.



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