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No te asustes: las polillas son herbívoras y esenciales para el ecosistema

noviembre 16, 2020


photo_camera Getty images usada bajo licencia Creative Commons

¿En las últimas noches has tenido invitadas que no te dejan dormir con su aleteo alocado? ¿Sientes que te miran mientras duermes en estas calurosas noches de noviembre? ¿Llegas a tener pesadillas con ellas? ¡No te asustes! Son solo polillas…

Las polillas, al igual que las bellas mariposas, pertenecen al orden Lepidoptera, el segundo grupo con el mayor número de especies (casi 200.000) superado sólo por el orden Coleoptera (escarabajos) con alrededor de 350.000 especies, siendo este último el orden más numeroso de los animales. Se cree que los primeros lepidópteros habrían aparecido en el Jurásico temprano, alrededor de 200 millones de años atrás. “Estos insectos eran de pequeño tamaño y presentaban piezas bucales mandibulares”. (Referencia). Sin embargo, su diversificación no fue hasta el Cretácico temprano (unos 140ma) junto con la aparición de las plantas con flores.

Ilustración: Paisaje Jurásico por John Sibbick

Según Daniel Aguilera, Doctor en Ecología y Biología Evolutiva, investigador en el Laboratorio del Dr. Francisco Bozinovic y académico de la Universidad de Concepción: “los lepidópteros son holometábolos, es decir, poseen una metamorfosis completa donde del huevo emerge una larva, que después de varias mudas se transforma en pupa o crisálida para luego convertirse en adulto”.

Según explica Aguilera, “por lo general, la larva es el estadio más voraz dedicando su existencia a alimentarse y acumular nutrientes necesarios para convertirse en adulto, generalmente solo tienen esclerosada o endurecida la cabeza, piezas bucales y algunos segmentos de las patas. La gran mayoría de ellas se alimentan de hojas o semillas, llegando algunas de ellas a convertirse en plagas. La pupa es un estado donde ocurren los mayores cambios morfológicos y fisiológicos dentro del ciclo, para llegar a ser un adulto”.

Fotografía: Mariposa del Chagual usada bajo licencia Creative Commons

Una característica de los lepidópteros son sus alas con escamas, ese “polvito” que se desprende cuando las tocamos, las cuales les dan vivos colores a las mariposas y colores más opacos a las polillas, aunque existen excepciones como la Mariposa del Chagual. Cabe destacar que muchos adultos se alimentan de néctar y ayudan a la polinización de las flores y generan grandes aportes al ecosistema.

Pero… ¿a qué se debe el aumento de polillas en la zona central?

Según Daniel Aguilera, de acuerdo a la duración de su ciclo de vida, podemos clasificar a las polillas en dos grupos: las anuales y las que tienen más de una generación en el año. “Las anuales por lo general son de gran tamaño, el período de larva ocurre en primavera-verano y pasan el invierno en estado de pupa para emerger en primavera como adultos donde buscan reproducirse y colocar sus huevos para la siguiente temporada. Estos individuos los vemos por algunas semanas y una vez han concluido su ciclo, no los vemos hasta el año siguiente”.

Fotografía: Getty images usada bajo licencia Creative Commons

Por otro lado, “las polillas de más de una generación al año son en general de pequeñas a tamaño medio (como las que vemos por estos días en nuestras casas); tienen dos o más generaciones al año, las cuales preferentemente se dan entre primavera y verano. La aparición de estas polillas es normal en esta época del año y esperemos que así siga ocurriendo en el futuro, por los beneficios que ellas traen al ecosistema. A mayores temperaturas, más rápido es el desarrollo de estos insectos y debido a que son herbívoros, una mayor disponibilidad de recursos como resultado del invierno lluvioso que tuvimos en la zona central, ayuda a que los adultos cuenten con más lugares donde colocar sus huevos y las larvas más alimento para llegar a adultas. Estos dos factores podrían ser lo que explican este aumento”.

¿Son vectores de enfermedades? ¿Corren riesgo las personas o mascotas?

“Los lepidópteros son inofensivos para el ser humano, salvo aquellas personas que sean alérgicas a las escamas que se desprenden de sus alas; o aquellas personas que han desarrollado una fobia a su presencia: por ejemplo les molesta el sonido de sus alas cuando vuelan”. 

¿Por qué es importante estudiar lepidópteros?

“Es importante estudiar lepidópteros por las funciones ecosistémicas que cumplen. No solo son polinizadoras, sino que también son alimento para otros insectos, arañas, anfibios, reptiles y hasta mamíferos como los murciélagos al ser una importante fuente de proteínas. Por lo mismo se piensa que los insectos son el alimento del futuro… hay muchas relaciones ecológicas que quedan por descubrir de los lepidópteros”.

Conclusión: ¡No hacen daño y ayudan al medio ambiente así que no las mates! Si encuentras una tómala y libérala por la ventana… si te da terror… bueno puedes sencillamente apagar las luces internas de tu hogar, encender la luz del patio, abrir la ventana y como a ellas les atrae la luz, se irán rápidamente. 

Para más publicaciones, sigue a Daniel Aguilera, Doctor en Ecología y Biología Evolutiva e investigador en el Laboratorio del Dr. Francisco Bozinovic en el siguiente enlace.



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