Cambio de hora: recomendaciones por parte del Dr. Luis Larrondo
septiembre 2, 2021
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Santiago de Chile antes y después del cambio de hora; créditos EMOL
El próximo sábado 4 de septiembre de 2021, llega el cambio de hora para dar inicio a la primavera y el verano. Todo el país debe efectuar esta modificación, salvo Magallanes y la Antártica, que conservan el horario de invierno.
En resumen: cuando sean las 00:00 horas, pasando de sábado a domingo, se produce el cambio para tener más luz en las tardes, donde se adelanta el reloj hasta la 01:00 de la madrugada.
Según un decreto (Ley 8.777) que rige hasta el año 2022 en nuestro país, establece que, “el nuevo cambio horario (de invierno) empezará en Chile Continental a contar del primer sábado del mes de abril de 2021 y se extenderá hasta las 24 horas del primer sábado del mes de septiembre 2021, donde los relojes se atrasarán en 60 minutos”.
Sin embargo, la comunidad científica es muy crítica ante los constantes cambios de horarios, ya que las personas podrían sufrir distintos impactos de salud. ¿El problema? El insistir adelantar nuestros relojes al horario de verano, ya que este último tipo de cambio puede afectar considerablemente la fisiología de las personas, sus funciones y mecanismos que se desarrollan dentro de un sistema vivo. ¿A qué se debe?
El Dr. Luis arrondo, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas y director del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), en más de una ocasión ha manifestado con datos científicos, el impacto que generan los cambios de hora: “Episodios de ansiedad, irritabilidad, pero también manifestaciones de baja productividad y, potencialmente, efectos en la salud, son algunas consecuencias de cuando el reloj biológico se desincroniza con el reloj social”.
Ciclo circadiano
Dormir de noche y estar despierto durante el día es un ejemplo de lo que se conoce como ritmo circadiano, “cercano a un día”. Cuando la regulación normal de estos ciclos se altera de forma severa y repetitiva, se pueden llegar a ver una serie de problemas fisiológicos, con mayor incidencia de cuadros de depresión, e incluso mayor frecuencia de cáncer.
El profesor Luis Larrondo durante años ha liderado investigaciones en la comprensión molecular de los osciladores circadianos. Y es que, evolutivamente el ciclo circadiano se ha ido adaptando para sincronizarse con las condiciones ambientales. “Existen una serie de moléculas que nos permiten estar más alertas pero también provocan estar más estresado. Por lo que el reloj circadiano se encarga de regular la presencia de estas moléculas, generando que tengan un peak en un momento necesario y luego disminuir sus niveles en nuestros cuerpos”, es parte del postulado.
Créditos fotografía: Académico Luis Larrondo en el Instituto Milenio de Biología Integrativa iBio,
En relación al tema de los ritmos circadianos, en Larrondo Lab, están tratando de entender cómo los relojes circadianos son capaces de modular las interacciones, ya sea patógenas o benéficas, entre plantas y hongos, para entender mejor cómo manipularlas y así también generar estrategias para favorecer el crecimiento de los cultivos agronómicos. Como modelo de estudio han utilizado organismos eucariota Neurospora crassa: un hongo que posee ventajas únicas para su análisis dado que no es patogénico. Además, diversas técnicas moleculares pueden utilizarse para su investigación debido a su fácil manipulación, tales como el uso de reporteros bioluminiscentes.
“El reloj circadiano es super importante porque, lo queramos o no, regula nuestra vida. Es el responsable de que tengamos sueño de noche, estemos alerta durante el día o tengamos hambre. Por esta razón, alteraciones en este ciclo biológico, debido a viajes entre continentes o del cambio del uso horario de un país, se traducen inevitablemente en trastornos del sueño y alteraciones en el metabolismo”, afirma el investigador del Departamento de Genética Molecular y Microbiología.
Previene…
Para prevenir los efectos del nuevo cambio de hora, el académico entrega dos recomendaciones claves para tener en cuenta, sobre todo en las primeras jornadas: “Nosotros debiésemos tratar de despertarnos y comenzar nuestras actividades cuando salga el sol”.
Exponerse a la mayor cantidad de luz natural en las primeras horas de la mañana, para dar señales a nuestro cuerpo que se mantenga despierto.
Evitar el uso de pantallas digitales al acostarse durante la noche, para no retrasar la capacidad de conciliar el sueño y a la mañana siguiente no amanezcamos cansados. Cabe destacar que las pantallas le dan señales al celebro de que aún es de día, y que se necesita quedar despierto más tiempo del necesario.
Parte del trabajo desarrollado por el equipo del Dr. Larrondo está disponible en diversos documentos, y prestigiosas revistas científicas como Science.
