Quién es Fernanda Pérez: la primera mujer que asume como decana en 54 años
septiembre 9, 2024
Observar la biología en todas sus formas, en plantas y animales, es lo que lleva haciendo María Fernanda Pérez Trautmann hace 40 años. Sus padres fueron claves en su formación: hasta los nueve años vivió en la ciudad de Quito, en Ecuador. “Vivir en un país verde y donde se respeta la estética natural, fue fundamental en mí”.
Siendo la tercera de ocho hermanos, su padre, economista de mente libre y reivindicadora, le inculcó de muy pequeña lo fundamental que era la formación y construcción de las sociedades. Y así, María Fernanda, se fue fascinando con las ciencias exactas.
En el colegio cursó hasta cuarto medio el área de matemáticas, convencida de estudiar la misma profesión que sus progenitores. Pero tres meses antes de dar la prueba de aptitud cambió de idea. “Todo niño y niña nace con la emoción de estar en contacto con la naturaleza y yo me di cuenta de que no había perdido esa emoción”.
En 1991 ingresó a la Universidad de Chile para estudiar la carrera de Biología. En los cuatro años de pregrado, su cercanía al área de la neurociencia y la fisiología celular con el doctor Pedro Labarca, le permitió abrirse camino en un terreno que estaba reservado solo para los hombres. Fue allí donde se especializó en bases evolutivas y moleculares de la variabilidad fisiológica.
“Pero un día estaba hasta tarde en el laboratorio trabajando con pipetas y me fue a buscar mi hermana. Entró, me miró, se río y me preguntó qué estaba haciendo aquí. Entonces me di cuenta de que quería algo más allá del laboratorio y no lo dudé: me fui a la botánica”, recuerda.
Mary Therese Kalin y Carolina Villagran fueron sus mentoras en su etapa de doctorado en Ecología y Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Reconoce que la decisión fue apresurada, pero no se arrepiente. “No hay nada más interesante e intrigante que la vida o la complejidad de la vida de las bases moleculares a los ecosistemas”.
Desde entonces, la doctora Fernanda Pérez, ha dedicado su vida profesional a comprender cómo las plantas se han adaptado a los cambios ambientales. Mediante una combinación de trabajo en terreno, filogenia molecular y análisis comparativos, ha estudiado la evolución de rasgos reproductivos y funcionales de las plantas, a través de diversas escalas espaciales y temporales.
Su investigación la llevó a ser distinguida por su Alma Mater con el Premio a la Excelencia Académica de la Universidad de Chile en los años 1992 y 1994.
En el 2008 se integró a la Facultad de Ciencias Biológicas de la UC. Desde entonces, ha realizado docencia e investigación en evolución y fisiología vegetal a estudiantes de pregrado y postgrado. Reconoce que, a pesar de no tener formación como docente, ama la docencia. “Me encanta hacer clases de biodiversidad vegetal. Enseñarle a las y los estudiantes a observar esa extraordinaria biodiversidad de organismos, es realmente hermoso y entretenido. Sí, yo creo que soy una apasionada de la biología en todas sus formas, pero también en la pedagogía, la cual me es imposible abandonar”.
A lo largo de su trayectoria ha publicado más de 100 artículos en revistas científicas como American Journal of Botany, Journal of Evolutionary Biology, Journal of Neuroscience, entre otras. Defensora de la interdisciplinariedad entre la biología y las artes, ha colaborado en proyectos artísticos UC como La Giganta: una proyección audiovisual que fue realizada en el cerro la Giganta en San Felipe, en la Región de Valparaíso. En este trabajo, se muestra la historia de nuestro planeta, la evolución de las primeras bacterias y la fauna local.
Siendo académica le tocó liderar cargos de gestión como la dirección del ex Departamento de Ecología y ser parte de los Consejos Superiores de Ciencia y Desarrollo Tecnológico, específicamente en la formación y gestión de equipos. En el 2023, la doctora Pérez se enfrentó a un gran desafío profesional: convertirse en directora de pregrado de la Facultad de Ciencias Biológicas. “Nunca imaginé que podría liderar un alto mando. Fue una linda sorpresa, la verdad”.
Su primer discurso
Durante el primer discurso de la decana, la profesora agradeció la confianza del decano saliente Juan Correa y también del rector Ignacio Sánchez:
“Quisiera empezar agradeciendo al decano Juan Correa, quien en las últimas semanas ha tenido la generosidad de introducirme en la complejidad que implica la decanatura. Más allá de lo aprendido, he podido dimensionar la tremenda dedicación, el compromiso y la energía que ha invertido en nuestra facultad y universidad durante estos 14 años. Hoy heredamos su convicción de que para abordar los complejos desafíos que enfrenta nuestra sociedad se requiere de un trabajo cada vez más colaborativo e interdisciplinario, y para lograrlo, se deben realizar cambios estructurales”.
A lo que agregó: “Le costó varios años, y unas cuantas canas convencernos que la estructura de nuestra facultad debía cambiar por una que promueva la integración y no la segregación disciplinar, que facilite la colaboración entre disciplinas y la reflexión conjunta en torno a problemas comunes”.
Luego agradeció especialmente a los profesores Francisco Bozinovic y Juan Armesto “porque evocan los principios fundamentales que guiarán nuestro quehacer como dirección: primero trabajar por el bien común, donde nadie es rival, nadie es excluible; valorar la contribución de todos los integrantes de la comunidad, promover la colaboración y la interacción; vincular nuestro quehacer con las necesidades de las comunidades; contribuir a la presencia y al impacto de la UC en el territorio”.
En su discurso también agradeció a “los profesores de la facultad, de la escuela de Medicina Veterinaria y del Instituto de Ingeniería Biológica y Médica, que confiaron en mí por abordar los próximos desafíos”.
“Cómo no recordar el informe que hicieron hace catorce años, seis profesoras de la Facultad de Ciencias Biológicas para visualizar lo que en estadística juzgaríamos como una anomalía: no habían profesoras titulares y hoy el treinta y tres por ciento son mujeres y un veinticinco por ciento son titulares mujeres. No ha pasado tanto tiempo, y eso da cuenta de la importancia de visibilizar las brechas y de ser un motor de cambio”, añadió.
La decana Pérez también se refirió a los desafíos que deberá enfrentar la facultad. El primero será repensar la unidad a cinco, diez y veinte años, plazo en un entorno globalizado caracterizado por cambios acelerados y constantes, y plasmados en el nuevo plan estratégico. “En este contexto, uno de los mayores retos será fortalecer la formación de los estudiantes de pregrado y posgrado; avanzar hacia modelos curriculares más flexibles, dinámicos, modulares adaptables a este mundo cambiante”.