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Un peregrinaje de fe y comunidad: la experiencia de Luisa Araya en el Jubileo de los Trabajadores 2025

junio 11, 2025


photo_camera 54 profesionales y administrativos viajaron por primera vez en representación de la UC para participar del Jubileo de los Trabajadores 2025. Foto: César Cortés

Desde que tiene memoria el catolicismo ha sido parte de la vida de Luisa Araya Maldonado. Sus padres y su familia siempre han estado vinculados a la Iglesia. “Soy una persona que reza harto y de muchísima fe. La fe y la esperanza son cosas que te acompañan, así lo he sentido toda mi vida”, cuenta.

Luisa Araya es asistente administrativa de la Dirección de Pregrado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y fue una de las integrantes de la delegación de funcionarios de la casa de estudios que asistieron al Jubileo de los Trabajadores 2025 que se celebró en Roma.

Esta iniciativa, impulsada por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana UC con el apoyo de la Rectoría y la Dirección de Personas, permitió que 54 profesionales y administrativos viajaran por primera vez en representación de la universidad para participar en una peregrinación jubilar hacia el Vaticano

Luisa comenta que fue tan alta la convocatoria que ella pensó que no formaría parte del grupo, sin embargo, fue seleccionada. “Sentí que si recibí este llamado fue por algo, que tenía una misión y debía reencontrarme con la Iglesia, pues me había alejado un poco. Creo que conseguí ese objetivo, estoy distinta después del viaje”, reflexiona.

La peregrinación comenzó en Chile, en un proceso donde los integrantes de la comitiva tuvieron preparación espiritual. Para ello, los participantes asistieron a un retiro en el que estuvo presente casi la totalidad de la delegación. Para la funcionaria de la FCB esta instancia fue fundamental, pues confirmó su participación en el Jubileo: “Fue bien bonito porque en realidad éramos personas que no se conocían entre sí, quienes participamos de la oración, del canto y de las actividades”.

El Presbítero Jorge Merino, Capellán Mayor UC, quien acompañó la preparación espiritual del grupo, destacó que esta peregrinación es un verdadero camino de fe. “No solo se trata de vivir esta experiencia, sino también de compartirla con sus familias y comunidades laborales”.

Foto: Pastoral UC

Peregrinos de esperanza

“Peregrinos de esperanza” fue el lema que enmarcó el Jubileo de los Trabajadores, el que se llevó a cabo desde el 1 al 4 de mayo de 2025. Así, diversas delegaciones del mundo católico realizaron una peregrinación a las Puertas Santas de las Basílicas Papales. 

Una característica relevante de la comitiva de la Universidad Católica fue la diversidad de sus participantes. La delegación comprendía a personas de los cuatro campus de la UC, con distintos roles dentro de la institución. “La convivencia siempre fluyó entre todos, fue un grupo maravilloso”, afirma Luisa, quien describe que el peregrinaje “consistió en caminatas extensas. Salíamos temprano a recorrer la ciudad y visitar las basílicas, y volvíamos a la hora de la cena. También, participamos de misas, y en el bus cantamos y rezamos el rosario”. 

“En realidad, todo fue un proceso en el que nos preparamos para llegar a la Basílica de San Pedro. Fue una preparación magnífica, donde hicimos comunidad todos los días”, enfatiza. 

El 1 de mayo las y los funcionarios de la UC entraron al Vaticano, donde cruzaron dos Puertas Santas, siendo una de ellas la Basílica de San Pedro. Este momento fue uno de los que más marcó a Luisa Araya: “Ahí sentí esa misma emoción que viví en la preparación del día del retiro. Sentí ganas de llorar, pero de alegría y emoción. Fue muy lindo, un momento pleno de amor y fe. Para mí esto fue un regalo de Dios”. 

Foto: Cesar Cortés

Además de la devoción y recogimiento que definió este peregrinaje, el Jubileo también coincidió con el fallecimiento del Papa Francisco y la víspera de la elección de un nuevo líder de la Iglesia Católica. “Aunque esperábamos reunirnos con él, su muerte le dio otro sentido a este peregrinar. Una de las cosas que lo caracterizó fue su humildad, y eso lo percibimos intensamente allí. Él siempre tuvo un discurso más austero, y eso quedó plasmado en su pontificado y en su legado”, indica. 

En este contexto, la delegación logró reunirse con el Gran Canciller de la UC y Arzobispo de Santiago, Monseñor Fernando Chomalí, quien se encontraba en Roma ad portas del Cónclave. Luisa cuenta que fue un momento muy emotivo y cercano dentro del viaje: “Él nos entregó un discurso con mucho cariño y humildad. Estaba muy agradecido del grupo que estaba allá en representación de la universidad. Fue realmente muy especial tanto para él como para nosotros”. 

Luisa Araya concluye que después del Jubileo regresó apreciando cada momento de la vida y con una nueva forma de mirar a los demás. “Ahora intento escuchar más y juzgar menos, retomé estar presente con personas que necesitan de mi apoyo, de mis rezos y de lo simple que puedo entregar (…) Hoy siento que esta experiencia me regaló una nueva mirada y si alguien me pregunta, le contaré lo que viví porque creo que Dios sigue saliendo a nuestro encuentro y sosteniéndonos por siempre”, consigna en su testimonio.

Testimonio completo de peregrinación de Luisa Araya disponible aquí



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