Con una estimulante vista desde la Estación de Investigaciones Marinas en Las Cruces, culminaron las presentaciones finales de los estudiantes de dos menciones de nuestro Doctorado: Genética Molecular y Microbiología, y Biología Celular y Molecular.
Durante varios años, los estudiantes de ambas menciones se reunieron en un solo curso común para participar de las clases teóricas en los meses de marzo y abril. Luego de esto, cada mención continuaba analizando los temas específicos de sus ámbitos disciplinares en cursos separados durante los meses de mayo y junio. Este año por primera vez, el semestre termina con una actividad conjunta en la que cada estudiante presentó a sus compañeros y profesores el trabajo experimental llevado a cabo durante el periodo académico.
Este trabajo experimental estuvo supervisado por las académicas María Estela Andrés y María Paz Marzolo, y por los académicos Pablo González y Rodrigo de la Iglesia.
La posibilidad de que las menciones del Programa intercambien diferentes conocimientos es una de las principales líneas de desarrollo que está implementando la Dirección de Postgrado desde hace unos años, con el fin de promover la generación de nuevo conocimiento mediante la interacción grupal de los estudiantes.
Esto surge bajo el marco del nuevo perfil de egreso y la nueva malla curricular diseñada específicamente para tributar a las competencias que abordan los ámbitos de cada disciplina, de investigación, de ética y de comunicación. La respectiva modificación al plan de estudios se aprobó a fines del año pasado, y la resolución rige a partir de este primer período académico de 2019.
Realizar esta actividad fuera de Santiago, no solo favoreció la interacción entre las y los docentes evaluadores y estudiantes de una forma distinta a la acostumbrada dentro de los laboratorios o las salas de clases, sino que también se logró trabajar en un ambiente grato y de diálogo; una de las metas que se quería alcanzar.
“Me parece que definitivamente estas instancias deben ser promovidas porque te permiten ampliar la mirada. Esta generación tuvo mucha suerte de experimentar este tipo de experiencias donde puedes observar y estudiar una amplitud de temas que a veces no logran ser abarcadas por cada mención”, nos cuenta una de las académicas participantes, María Estela Andrés. “La modalidad de trabajo es bien interesante porque mediante una propuesta, se realiza un planteamiento y posterior a ello, un experimento. Este proceso es seguido y supervisado durante todo el semestre donde nosotros damos nuestro feedback. ¡Es un gran trabajo en equipo!”, concluye.
Respecto al curso, el Profesor Pablo González comentó: “Es importante destacar que desde este año se contó con el apoyo de los ayudantes Jorge Soto y Osvaldo Contreras, ambos doctores de nuestra Facultad y que fueron claves para el éxito de ambos cursos. Este apoyo permitió realizar un mayor número de actividades formativas para los alumnos y facilitó aspectos logísticos de los cursos. En definitiva una práctica a repetir. Además, se recibieron muy buenos comentarios por parte de los alumnos y los profesores coordinadores quedamos muy agradecidos de su participación y compromiso».
Promover la interacción es uno de los focos del nuevo perfil…
Las presentaciones finales en Las Cruces permitieron enriquecer aún más la discusión de resultados finales de las investigaciones. Un claro ejemplo es lo que nos cuenta Bárbara Peña, estudiante de la mención GMM:
“Durante esos dos días en ECIM, fui parte de los estudiantes que presentaron la investigación realizada durante el primer semestre en el marco del Doctorado. En mi caso, presenté la unidad de investigación que realicé durante mi estancia en el laboratorio del Dr. Gutierrez, que tenía por título Transcriptome analysis of grasses under natural conditions in the Atacama Desert. La instancia que vivimos en el ECIM fue el culmine de una seguidilla de presentaciones que se realizaron durante el semestre, en las que se mostraron los avances de cada estudiante durante su investigación, permitiendo así que pudiésemos conocer en qué tema estaba involucrado cada uno”.
Asimismo, Martina Álamo, nos detalló que “a lo largo de todo el semestre estuvimos trabajando nuestras presentaciones orales y esto permitió ir perfeccionando el marco teórico como el resultado final. En lo personal, creo que es una instancia que debería estar presente no solo en Postgrado sino que desde Pregrado para fortalecer nuestras habilidades comunicacionales”.
Promover la interacción entre docentes y estudiantes, como una de las habilidades de comunicación para integrarla al currículum, fue un tópico de conversación que tuvo amplio consenso para quienes participaron de esta provechosa actividad académica. La perspectiva de generar distintas instancias formales e informales que apoyen el desarrollo de este tipo de actividades, es uno de los desafío que actualmente la FCB está trabajando y que ha podido implementar progresivamente, con el objetivo de consolidarla en su totalidad a partir del próximo año.