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Decanos participantes de la Iniciativa Ciencia 2030 se manifiestan por las condiciones de adjudicación del ITL

enero 11, 2021


photo_camera Corporación de Fomento CORFO

Diferentes medios destacan la polémica licitación del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) por parte de la Corporación de Fomento CORFO. El consorcio ganador fue el norteamericano AUI (Associated Universities Inc.), que reúne a nueve universidades de Estados Unidos y cuatro nacionales. Una de las entidades que quedaron en el camino fue la Asociación para el Desarrollo de Tecnologías Limpias (Asdit), consorcio integrado por un grupo de universidades chilenas, entre ellas la UC, además de empresas mineras y energéticas. 

Los decanos participantes de la Iniciativa Ciencia e Innovación 2030 Máximo Bañados, Rodrigo Figueroa, Mario Ponce, Alejandro Toro-Labbé y el Decano de la Facultad de Ciencias Biológicas, Juan Correa, han publicado hoy lunes 11 de enero de 2021 una carta a El Mercurio donde manifiestan sus preocupaciones por dicha licitación.

A continuación, la presente lectura de la carta:

“La reciente adjudicación, por parte de Corfo, del proyecto de desarrollo de energías renovables (ITL) a un consorcio de universidades nacionales que no presentan una base científico-tecnólogica sólida para liderar un proyecto de esta envergadura, apoyadas por instituciones extranjeras de prestigio, es una mala noticia y envía un equívoco mensaje a la comunidad científica nacional. No se trata solo del incierto futuro (experiencias anteriores con universidades extranjeras nos han dado siempre resultados esperados) del proyecto aludido o lamentar el desvío de una gran cantidad de recursos. Además, con esta adjudicación se pierda una gran oportunidad de sinergias y articulaciones con otros proyectos actualmente en ejecución.

Recientemente hemos celebrado la creación, también por parte de Corfo, del proyecto Ciencia e Innovación 2030. Esta iniciativa busca potenciar el rol de la ciencia en los problemas de la sociedad, rol que ha sido especialmente destacado durante la crisis sanitaria y que verá también grandes aplicaciones en los temas ambientales. El proyecto de energías renovables podría haber sido un extraordinario complemento al proyecto Ciencia e Innovación 2030 articulando la formación de científicos en temas de energía junto con la investigación y desarrollo en el tema. Creemos que con la adjudicación de este proyecto se pierde una gran oportunidad para Chile.

La competencia siempre sana, tanto a nivel nacional como internacional. Es parte del ADN de la comunidad científica la competencia con investigadores de todo el mundo. Pero es muy preocupante que las condiciones de adjudicación, para un proyecto de esta envergadura, no hayan tenido la transparencia esperada”.



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