Skip to content

Dr. Stefan Gelcich: “Abordar la acidificación costera como parte de un enfoque integrado hacia los ODS es crucial para la salud de los océanos”

agosto 5, 2024


photo_camera Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (Secos)

Desde el inicio del siglo XIX, los océanos han absorbido más de 500 mil millones de toneladas de CO2 de la atmósfera: aproximadamente el 31 por ciento de las emisiones antropogénicas desde la Revolución Industrial. Una de las consecuencias ha sido el aumento en la acidez del agua de mar, el fenómeno global conocido como acidificación del océano. 

La acidificación de los océanos es el proceso por el cual el agua del mar se vuelve más ácida debido al exceso de dióxido de carbono (CO2) que absorbe de la atmósfera. Este fenómeno que afecta a todos los océanos de la Tierra es una consecuencia directa de la quema de combustibles fósiles y la contaminación por carbono. Lo preocupante de la acidificación de los océanos en la actualidad es la velocidad del cambio y sus impactos directos en los ecosistemas oceánicos. Esto quiere decir que, cuando el CO2 se disuelve en el océano, reduce la disponibilidad de carbonato: un componente esencial para que especies que habitan en el mar puedan sobrevivir.

Para afrontar este y otros desafíos de la humanidad y la sostenibilidad, en 2015 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): un conjunto de 17 metas globales establecidas como un plan para lograr un mundo más sostenible y equitativo para la humanidad. Entre estos objetivos, el ODS 14 sobre Vida Submarina y, en específico el 14.3, se centra precisamente en minimizar y abordar los impactos de la acidificación del océano. 

Según un análisis reciente de investigadores del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS) publicado en Communications Earth & Environment, “para avanzar en la meta relacionada con el aumento en los niveles de acidificación, especialmente en zonas costeras, podría ser beneficioso considerar varios impulsores del cambio en torno al nivel de acidez, asociados con el avance de otros objetivos de los ODS, además del 14 sobre vida submarina”.

El académico de la Facultad de Ciencias Biológicas y director de SECOS, Stefan Gelcich, asegura que, “asociar el problema de la acidificación en zonas costeras con un ODS único y específico transmite el mensaje de que la solución para reducir la acidificación está exclusivamente asociado a acciones que permitan reducir las emisiones de CO2. Lo que nosotros hicimos fue mirarlo desde otra perspectiva, de cómo alcanzar los ODS puede contribuir a gestionar aspectos de la acidificación del océano en zonas costeras, dado que los cambios en pH se deben a múltiples factores. Esto nos da oportunidades para aterriza este problema global a una escala local y, por lo tanto, a soluciones concretas”.

Créditos fotografía: El Dr. Gelcich es académico UC, director del Instituto SECOS e investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (Capes). En 2022 fue el primer chileno en recibir el Premio Rosenstiel de la Universidad de Miami (EE.UU) por sus aportes en el área de los sistemas socio-ecológicos costeros.

Para dar cumplimiento a este ODS relacionado con “Vida Submarina”, se ha considerado la implementación de un indicador específico: el indicador 14.3.1. Este indicador contempla el monitoreo de la acidez marina promedio en estaciones representativas en océanos abiertos y costeros. Sin embargo, el monitoreo en áreas costeras presenta desafíos debido a que existen múltiples factores que generan variabilidad en el pH en zonas costeras, incluyendo el efecto que tienen las descargas de agua dulce, el flujo de materia orgánica y la carga de nutrientes.

“Queremos transmitir que el indicador es muy bueno, pero si lo usas en el océano abierto. En zonas costeras ocurre una constante interacción con otras variables, no sólo el efecto de la disolución o captura del CO2 atmosférico, por lo que se van a registrar cambios que no necesariamente están asociados a ese forzante, sino también a otros. Ese mensaje debe ser claro porque hay acciones que se pueden acometer para mantener el pH en la zona costera que no necesariamente se traducen en resolver la forzante de la acidificación global del océano”, señala Cristian Vargas, académico de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción y también investigador SECOS.

Gráfica: El artículo publicado por investigadores del Instituto Milenio SECOS plantea una mayor integración entre las metas de los ODS para abordar el problema de la acidificación en zonas costeras.

Así, los doctores Vargas y Gelcich proponen sinergias y acciones conjuntas que consideran varios de los ODS. Por ejemplo, en torno a la reducción de la carga de nutrientes de fuentes residenciales y agrícolas (ODS 2 y 15); la regulación del uso del suelo a través de la planificación regional o la zonificación, lo que puede ayudar a reducir tanto los impulsores de las emisiones atmosféricas de CO2 (ODS 13), como la contaminación y calidad de agua (ODS 6); mejorar las capacidades de monitoreo de pH mediante el seguimiento de otros indicadores biológicos, que podrían entregar información complementaria importante (ODS 13), entre otros.

Para los autores, minimizar y abordar el impacto de los cambios en el pH requiere un diálogo entre tomadores de decisión y la ciencia, pero también establecer vínculos entre los diferentes factores de acidificación en zonas costeras. En conclusión, abordar la acidificación costera como parte de un enfoque integrado hacia los ODS no solo es crucial para la salud de los océanos, sino que también ofrece oportunidades para acciones locales y regionales que contribuyan a un desarrollo sostenible global.

Gestión de prensa: Javiera Bianchi Díaz, Periodista del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS).



Contenido relacionado