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¿Por qué el jabalí es una especie invasora?

junio 15, 2020


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Tras la revisión de más de 83 mil fotografías, después de seis meses de monitoreo, personal de CONAF Aysén confirmó presencia de huemules, pumas, armadillos peludos y zorros culpeos en el Parque Nacional Cerro Castillo, además de detectar que viven en zonas donde no se tenían registro de ellos.

Sin embargo, también se descubrió en dos sectores la presencia de una especie invasora que amenaza a la fauna nativa: el jabalí. Estos datos permiten planificar, por ejemplo, el control de su población.

El biólogo evolutivo y académico del Departamento de Ecología de nuestra Facultad, Eduardo Palma, explicó a Desafío Tierra que, el jabalí, “es una especie invasora que ha sido introducida en nuestro país. Su peligro radica en que puede constituir una amenaza para la fauna local, que no está adaptada a la presencia de una especie exótica, no es parte de dicho ecosistema”.

Créditos fotografía: CONAF Aysén

Como las especies nativas no evolucionan en contacto con las especies invasoras, en la lucha por la sobrevivencia muchas veces son desplazadas, o en el peor de los casos, mueren y se extinguen.

El Dr. Palma añade que las especies invasoras como el jabalí, “pueden generar problemas de competencia por la utilización de recursos, predación, transmisión de enfermedades, etc. La fauna local de una zona no estará adaptada para hacer frente a una súbita presencia de una especie invasora porque no han coexistido naturalmente”, concluye el biólogo.

¿Importancia de estos monitoreos?

El monitoreo de especies de flora y fauna importantes de proteger (objetos de conservación), basado en el método de estándares abiertos desde el cual se elaboró el nuevo plan de manejo del parque nacional, busca determinar presencia, distribución y abundancia relativa de especies de fauna, además de obtener información de especies introducidas y amenazas que pueden afectar a la biodiversidad, con el objetivo de levantar información que permita generar estrategias de conservación de las especies existentes en esta área silvestre.

Créditos fotografía: CONAF

El despliegue en terreno contó con la participación de 6 guardaparques, 12 voluntarios y 2 médicos veterinarios, quienes se dedicaron a la instalación y retiro de 60 cámaras trampas en el Parque Nacional Cerro Castillo, durante seis meses, cubriendo desde la estepa patagónica hasta el bosque siempreverde.

Este trabajo, que se realizará cada año entre primavera y verano, permitirá obtener información actualizada del parque para tomar decisiones de manejo que permitan su conservación, generar información y vincular a las comunidades aledañas en aspectos como la educación y turismo.

Lo anterior, basado en datos y análisis científicos del estado de la biodiversidad y los ecosistemas protegidos en el Parque Nacional Cerro Castillo.



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