Doctor en Biología Celular de la Universidad de California, actual fundador y CEO de Praxis Biotech (EE.UU.) y Merken Biotech (Chile), Sebastián Bernales, ex estudiante de Bioquímica de la Facultad, se posiciona como uno de los científicos chilenos más reconocidos del país y del mundo actualmente, siendo hoy merecedor de destacados premios por sus importantes descubrimientos científicos y por ser director y asesor de varias startups en biotecnología.
¿Cuáles son los recuerdos que más atesoras de tu época universitaria en la UC?
Yo diría que, sin lugar a dudas, las personas que conocí en la universidad. El grupo humano, tanto en bachillerato como en bioquímica que conocí fue espectacular, son amigos que tengo para toda la vida hasta el día de hoy. Yo diría que eso es lo que más atesoro. En segundo lugar, es la parte más profesional. Personalmente, para mí fue muy importante el haber pasado por bachillerato. Yo realmente no sabía que estudiar, así que para mí me sirvió mucho. Mis dos padres son médicos. Lo obvio era que estudiara medicina, pero no estaba seguro. Bachillerato me ayudó mucho, así que eso también lo valoro harto. Otra cosa que de la que tengo muy lindos recuerdos es que como en bachillerato y bioquímica teníamos clases en San Joaquín de Casa Central, era fue muy entretenido ver esos dos mundos, la vida de San Joaquín y la vida de Casa Central. Eso te diría que es lo primero en esa respuesta.
¿Cómo nace la idea de fundar Praxis Biotech?
Surgió como algo que yo tenía muy pendiente con mi profesor del doctorado, Peter Walter, porque yo cuando partí en Biotech, me uní a esta startup que después fue una empresa grande y con Medivation, en donde siempre seguí con una relación muy estrecha con mi advisors del doctorado. Y en el minuto que se terminó lo de MDB, con Walter lo primero que hicimos fue formar una empresa juntos. Era la primera vez que Peter Walter, un científico muy famoso en el área de ciencia básica, formaba una empresa. Y así surgió un poco la idea de aprovechar todos los años de lo que ha hecho él para aplicarlos y buscar cómo tener impacto en medicina. Peter es una persona muy especial. Viene de un jefe, que se ganó el Premio Nobel porque descubrió, en palabras simples, el código postal de las proteínas, y en gran parte fue por tres publicaciones científicas de Peter Walter mientras era estudiante de doctorado en Rockefeller con Günter Blobel. Y lo que es más impresionante es que el jefe de Günter Blobel, y el jefe del jefe, los tres han ganado el Premio Nobel. Es decir, viene de una rama de tres premios nobeles para arriba. Peter es la persona que me enseñó a pensar humanamente. Así que nada, fue como obvio fundar Praxis, con mis intereses de hacer más emprendimiento.
¿Cuáles son los mayores desafíos que has tenido que enfrentar desde que empezaste con Praxis Biotech?
Uno de los mayores desafíos que he tenido es que por ser una startup hay que manejar todo: desde levantar capital para poder hacer las investigaciones, desde pensar en la ciencia, hasta coordinar las investigaciones. Y todo esto sumado al modelo que elegimos hacer nosotros, en donde tenemos operaciones en Chile para hacer la biología, tenemos operaciones en la India para hacer la química y tenemos operaciones acá en California para hacer la dirección y también la parte comercial. Entonces yo te diría que es de las cosas más desafiantes de todo lo que tenemos que ir haciendo. Pero ha sido espectacular. La verdad es que esto viene de una herencia, de un modelo parecido como lo era en Medivation, entonces lo habíamos probado ya por varios años. Obviamente, cuando uno está en una empresa privada, más que nada maneja un presupuesto. Acá tienes que levantar el presupuesto y después también manejarlo, entonces es un poquito más desafiante.
¿Qué significó para ti haber ganado el premio Avonni?
Lo del Premio Avonni para mí fue un gran regalo, en especial porque yo me lo tomo como un reconocimiento al grupo de científicos que hacen ciencia desde Chile, porque este premio al final es de ellos. Ellos son los que están todo el día trabajando en el laboratorio y me motiva mucho la idea esa de que sean reconocidos, de que sea ciencia hecha desde Chile para proyectos internacionales, de que se reconozca la ciencia y si bien es un premio a la trayectoria, me gustó mucho cuando me lo contaron los organizadores de Avonni, que era un premio de trayectoria que todavía está en movimiento, que no es un premio de trayectoria donde uno llegó al final, sino que en esta nueva visión de lo que tienen del Premio Trayectoria, quieren hacer cosas con grupos y con gente que puedan seguir teniendo impacto en lo que hacen. Llevo mucho tiempo estando en Chile y acá en Estados Unidos, y fue un reconocimiento a ese amor por Chile y a esa ciencia hecha en Chile.
¿Qué es lo que te motiva a participar de proyectos como Andes Ag, Metagenomi, Praxis Biotech?
Una de las cosas que más me gustan en la vida es justamente hacer la transición desde proyectos que están en la academia, en general, hacia la parte aplicada, y eso se hace con esta transferencia tecnológica en startup y en emprendimientos. Me motiva trabajar con esas ideas. Me motiva trabajar con estos grupos humanos que también están emprendiendo a emprender y hacer cosas nuevas. Eso es lo que me da la energía en realidad todos los días para para poder levantarme y buscar algo nuevo. Y algo del impacto que podamos tener de lo que hacemos en Praxis no es solamente desarrollar nuestros proyectos propios, también tratar de incubar ideas y ayudar a otros, facilitar otros proyectos para que surjan estos proyectos que mencionas tú, algunos más que otros, se enmarcan en eso, en proyectos en que como como Praxis tenemos una participación y tratamos de ayudar en lo que podamos.
¿Cuáles son las principales diferencias que ves entre el campo de investigación nacional y el internacional?
Yo creo que estamos súper bien. Yo creo que hay científicos muy bien preparados, internacionales, que están conectados, que están haciendo muy buena ciencia. Yo creo que las grandes diferencias, una obviamente tiene que ver con la masa crítica. Hay mucha más masa crítica acá (en EE.UU). Otra diferencia tiene que ver con los recursos: acá (en EE.UU) se invierte mucho más en investigación, tanto en la investigación básica como en la aplicada. Y después, yo creo que lo otro es que al terminar, por ejemplo, de estudiar algo como una carrera científica, como bioquímica, yo creo que acá hay más oportunidades en diferentes ámbitos. Uno puede ser profesor haciendo ciencia básica. Uno puede ser profesor enseñando, uno puede meterse en cosas editoriales, en alguna revista, puede trabajar en empresas sin fines de lucro, puede trabajar en biotecnología, en empresas de consultoría. Creo que esos son ámbitos que recién están partiendo. En todo caso, yo creo que si uno lo maneja bien y tiene las conexiones de esta comunidad internacional, que sobre todo pasa en la ciencia, uno puede llegar a unos atajos muy buenos para poder trabajar desde Chile en cosas internacionales, sobre todo ahora con esto de la pandemia que importa poco donde uno esté. Pero, en resumen, yo te diría que esas son las mayores diferencias que veo en términos de las similitudes, como te decía antes. Creo que tenemos una gran, gran capacidad científica y grandes cabezas y manos científicas en Chile. Muy contento con esto del Ministerio de Ciencia.
¿Qué consejo le darías a los actuales estudiantes de bioquímica?
Uno, primero que nada, los felicitaría por haber tomado la decisión de seguir una carrera que, en general, uno se mete por la pasión; por la pasión en descubrir la ciencia, en el proceso de hacer un experimento. Para mí ya es un gran paso el que se haya tomado esa decisión. Es una carrera larga donde uno tiene que disfrutar a sus colegas, tiene que disfrutar a la comunidad científica y no tiene que desesperarse con planificar totalmente el futuro. Yo creo que las cosas van de la mano si no hay un camino preestablecido y si uno hace bien las cosas y se sigue conectado, haciendo buenas investigaciones. Las cosas se van dando y nadie aprovecha a todas las otras personas que estamos ya metidos en la ciencia y que hemos tenido que recorrer algo de camino para que nos ayudemos como comunidad. Así que eso es: disfrutar el proceso, el proceso de estudiar bioquímica, de aprender y de maravillarse con los descubrimientos y el conocimiento.
¿Cómo es el Chile que sueñas?
Yo sueño con un Chile más justo, con mayor acceso a educación y con una economía, ojalá, basada más en el conocimiento. Ese sería como un sueño que yo tengo para Chile.
Gestión de Prensa: Nota original de Alumni UC