Fue en el invierno de 2020 cuando un grupo de estudiantes de la Pastoral de la universidad, decidió actuar en plena pandemia e ir en ayuda de las personas que lo estaban pasando mal.
Casi todo el país estaba confinado en sus hogares, pero había una población importante que veía desde las calles, como todo se detenía… menos ellos. Fue una temporada fría, probablemente una de las más frías en años. También, una de las más inciertas, donde muchas personas pasaron penumbras económicas y emocionales tras el confinamiento.
“Salir y acompañar a los que sufren con una mirada espiritual pero también concreta”, fue la frase y el punto de partida para la Pastoral. ¿El resultado? Filas largas en el comedor social San José, ubicado en la población Rosita Renard de Ñuñoa, esperando por un almuerzo en ese entonces frío invierno.
La iniciativa permitió que más de 1000 personas pudieran recibir almuerzos. El equipo conformado por estudiantes de distintas facultades de la UC, entre ellos de la Facultad de Ciencias Biológicas, nunca imaginó que la iniciativa seguiría creciendo, y mutando en otro tipo de iniciativas.
Mes de la Solidaridad en Ciencias Biológicas
Con motivo del Mes de la Solidaridad, que cada año se celebra en agosto, la UC quiso animar a la comunidad universitaria a compartir con los más necesitados. Este 2021 en particular, se buscó visibilizar las diferentes realidades que ha dejado más de un año de pandemia, tanto a nivel espiritual como material.
La comunidad pudo ayudar donando dinero y/o alimentos no perecibles a las personas que viven en el campamento Lo Errázurriz de Cerrillos y colaborar en la reconstrucción de un comedor social en Villarrica. En el caso de la Facultad de Ciencias Biológicas, el sello de la solidaridad se quiso demostrar de una forma distinta: ¿por qué no ir y acompañar una cena después de tantos meses sin vernos?
Fue así como, junto al Equipo Comunidad encabezado por la directora de Desarrollo Académico, Cecilia Riquelme, la coordinadora de Bienestar, Catalina de la Cuadra y la Pastoral de Ciencias Biológicas, nace la iniciativa “La FCB solidariza con nuestro entorno”.
“En diciembre de 2020 se concreta
el área de Comunidad en la Facultad, la que busca desarrollar y fortalecer los
lazos entre miembros de la Facultad y también con nuestro entorno. Lo primero que
hicimos fue definir con la comunidad FCB, los valores que nos identifican y que
queremos practicar en nuestro día a día; uno de estos valores es la solidaridad.
Luego buscamos generar actividades que nos permitieran practicar estos valores
y para ello, en agosto, nos sumamos a la campaña de la Pastoral para celebrar
el Mes de la Solidaridad. Así nace la alianza con ellos y la idea de
preocuparnos por quienes están en nuestro entorno”, recuerda la profesora
Cecilia Riquelme.
A través de suscripciones y recaudación de alimentos, la Facultad y la Pastoral hicieron un llamado a la comunidad para participar de esta instancia solidaria, que tenía como objetivo principal compartir una cena con las personas en situación de calle del Barrio San Borja, de la comuna de Santiago Centro.
Encuentros
El 3 de septiembre, más de 15 personas se reunieron en el Hall de Portugal con Marcoleta, para preparar una gran cazuela. En aquella reunión abundaron las risas, y sobre todo la dicha de ir en ayuda a quienes fueron los más afectados por la pandemia. La actividad fue bien valorada dentro de la comunidad FCB, por lo que el Equipo Comunidad junto a Rostros UC, uno de los proyectos de la Pastoral decidió fijar otra fecha de encuentro para el mes de noviembre.
“Al ser la primera actividad
obviamente existieron problemas logísticos que retrasó la cena. Era invierno,
se oscurecía más temprano y las personas no se animaron a sentarse en la mesa
tan fácil (…) Sin embargo, después de un par de conversaciones, tuvimos la mesa
llena”, recordaba la estudiante de la Facultad de Ciencias Biológicas, María de
los Ángeles Ossorio.
“Lo que me sorprendió mucho de
aquella vez, fue cuando se me acercó una persona y me dijo que, hace ocho años,
no se sentaba en una mesa a comer un plato caliente. Sin dudas que ayudar
siempre es noble, pero es distinto ayudar mirando a los ojos o compartiendo
simplemente una cena”, añade.
Fue así como el pasado miércoles 17 de noviembre más de 30 personas, entre ellas el rector Ignacio Sánchez, se juntaron nuevamente para preparar una gran olla de comida para la comunidad del Barrio San Borja.
“La actividad en la cual pudimos participar refleja el compromiso de nuestros estudiantes, el hecho de que salgan de sus actividades diarias y vean la precariedad, las necesidades que existen en nuestro país”, manifiesta el rector Ignacio Sánchez.
Agrega que, “pude percibir el diálogo personal, cariñoso, cercano, que nuestros estudiantes tienen con personas que están en condición de calle. Había un conocimiento, un trabajo que no es puntual, sino que se mantiene en el tiempo y eso va ganando confianzas, apertura, diálogo y tareas comunes. Fue muy importante presenciarlo”.
“(…) Siempre es valioso estar presencialmente y acompañarlos, en la preparación, en el servicio, en la levantada de mesa, el traslado de las sillas, y en el diálogo que se da con confianza y con cercanía con los estudiantes. Por lo tanto, felicito a quienes lo organizaron y agradezco el apoyo de la FCB, a su decano, a la profesora Cecilia Riquelme y a todos los que aportan para que esto sea posible”, señaló el rector.
Por su parte, la profesora Riquelme comentó que “todo el aprendizaje de la primera vez, ayudó a que esta segunda actividad fluyera sin contratiempos. Tuvimos además más personas que se quisieron sumar, tanto de Ciencias Biológicas (como el decano Juan Correa) como de Rostros UC, de Pastoral, e incluso la grata visita del rector. Fue impresionante verlo mangas arremangadas, asistiendo a compartir la mesa con las personas que estaban reunidas y dar ese tiempo de su agenda para quienes son más invisibilizados en nuestra sociedad”, finaliza.
El encuentro fue bien valorado por las personas que transitaban por la calle, que en muchas ocasiones se quedaban atónitos mirando o tomando fotografías a la mesa. La también integrante de Rostros UC, María de los Ángeles Osorio, responde a esto como un triunfo por haberle ganado a la indiferencia: “Uno tiene la perspectiva de que el científico siempre está encerrado en un laboratorio y que no se preocupa de los demás. Hoy, y con hechos concretos, quitamos ese tabú. Hay que detenerse y estar dispuesto a dar una tarde. Solo eso se nos pide… estar y vivir el momento”, finaliza.
Preparativos de la cena
Encuentros en el Barrio San Borja
Rector Ignacio Sánchez con el equipo de Rostros UC