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La nueva etapa de la Estación Patagonia UC

agosto 26, 2020


photo_camera Estación Patagonia UC

La Estación Patagonia de Investigaciones Interdisciplinarias UC está inserta en uno de esos pocos territorios prácticamente prístinos que van quedando en Chile, y en el mundo. Enclavada en la región de Aysén, es un lugar privilegiado para el estudio de la flora, la fauna, los glaciares y ríos, y fenómenos complejos como la biodiversidad, el cambio global y climático.

La UC ha desarrollado una intensa y amplia labor de investigación y formación académica en ese territorio fiscal, en concesión por el Ministerio de Bienes Nacionales desde 2009. Precisamente gracias a ese trabajo es que fue renovada por los próximos quince años.

“Es muy importante este convenio de renovación. Por una parte, es un reconocimiento a la labor de investigación y compromiso con la comunidad que se ha realizado en la Estación Patagonia y la región de Aysén. Y por otra, nos proyecta a futuro con importantes planes y proyectos que serán de gran envergadura e impacto, tanto a nivel regional, como nacional e internacional. Es un gran logro en que hay que reconocer a todos los académicos e investigadores involucrados”, afirma el rector Ignacio Sánchez.

Créditos fotografía: Estación Patagonia UC

Para llegar a la Estación Patagonia UC, hay que tomar un avión hasta Balmaceda, a un poco más de 50 km de Coyhaique, y luego, recorrer los cerca de 300 km que hay hasta Bahía Exploradores, transitando por un camino de gran belleza que pasará por la Reserva Cerro Castillo (y, si hay suerte, se asomará un huemul), y las aguas color esmeralda del lago General Carrera, el más grande de nuestro país.

En Puerto Río Tranquilo, el poblado más cercano a la estación, hay que tomar la llamada “Ruta de los glaciares” y seguir unas dos horas hasta el sector denominado Teresa, donde se mezclan las aguas del río que lleva su nombre, del Exploradores y el Oscuro, de distintas tonalidades de verdes y azules. Hasta hace unos pocos años, aquí había que atravesar en el bote de don Jaime y doña Rosa, quienes vivían en la única casa del sector, porque no existía el actual puente que dio continuidad a este territorio.

Entonces, uno se interna de lleno en la parte final del Valle Exploradores, con sus bosques frondosos de mañíos, tepas, lumas, coigües y ñirres. Hay que continuar hasta el embarcadero y tomar una lancha para por fin llegar, cerca de una hora de viaje después, a la Estación Patagonia UC. O más bien, hasta el sector de Maldonado: uno de los puntos de acceso a las cinco mil hectáreas de terreno escarpado y boscoso que conforma la concesión.

Desde el aeropuerto de Balmaceda hasta Bahía Exploradores, en la región de Aysén, hay que recorrer unos 300 km de inigualable belleza por buena parte de la Carretera Austral. Mapa gentileza Estación Patagonia UC

Ahora es posible acceder gracias a una pasarela que se eleva por sobre el mallín y la densa vegetación, que antes había que cortar a machetazos para poder avanzar, y que lleva directamente al corazón de la estación: una plataforma de madera donde se eleva una torre que permite contar con los servicios básicos para acoger a los avezados investigadores que llegan hasta este lugar.

Desde que hace once años un grupo de académicos del Instituto de Geografía iniciara este proyecto, con gran pasión y perseverancia, al que se fueron incorporando otros investigadores de la UC, se ha ido consolidando una plataforma de investigación. En 2015, se creó la estación propiamente tal, a través de un decreto de rectoría, conformada por las facultades de Historia, Geografía y Ciencia PolíticaCiencias BiológicasAgronomía e Ingeniería Forestal; y Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos.

“Después de varios años iniciales de exploración e instalación paulatina en la concesión, hemos logrado, entre otras cosas, apoyar y desarrollar diversos proyectos de investigación tanto nacionales como internacionales, entre ellos proyectos Fondecyt, de postdoctorado, y los desarrollados gracias a nuestra alianza con el Instituto Nacional de Ecología y Medio Ambiente del CNRS, Francia”, cuenta Alejandro Salazar, director de la Estación Patagonia UC y académico del Instituto de Geografía.

Créditos fotografía: Nicole Saffie

“También, con el tiempo hemos logrado instalar y operar una estación meteorológica de alto estándar, que ha permitido integrar a la región de Aysén dentro de la red de monitoreo ambiental de largo plazo, LTSER- Chile, y a la plataforma de información y datos del DEIMS-SDR. Asimismo, hemos trabajado junto a organismos internacionales como UNESCO (Programa MAB), y del Estado, como CONAF y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP). Con este último, buscamos establecer los aportes del agua dulce al fiordo Cupquelan”, agrega Salazar.

Su ubicación, en el límite norte de Campos de Hielo Norte y puerta de entrada al Parque Nacional Laguna San Rafael, y su condición de ser un territorio prácticamente virgen, lo convierten en un verdadero laboratorio natural para la investigación. Como afirma Rodrigo De la Iglesia, académico de Ciencias Biológicas, el mayor valor de la estación reside en “tener acceso a un sistema que aún mantiene ambientes prístinos, y que nos permite poner a prueba muchas de nuestras hipótesis respecto del efecto antropogénico en sistemas costeros”.

Es así como también se están realizando estudios sobre la fauna existente con cámaras trampa -que permiten fotografiar a los animales en su hábitat en condiciones diurnas y nocturnas-, pudiendo establecer la presencia en la zona de güiñas, pumas, pudú, zorros y huillines, entre otros. “Esto ha permitido iniciar recientemente un plan de monitoreo permanente, generando bases de registro para la Estación Patagonia, conociendo más en profundidad las interacciones entre las distintas especies, tanto nativas como exóticas. Así como implementar acciones para contribuir con la protección de este ecosistema aún inalterado, explica la investigadora de Capes UCPaula Zucolillo.

Créditos fotografía: Estación Patagonia UC

“La principal amenaza para estos ecosistemas, no es solo el impacto del cambio climático, sino también las invasiones biológicas. Las especies exóticas como el visón americano, el didymo y la chaqueta amarilla representan amenazas directas para las especies silvestre nativas”, explica Daniela Rivera, investigadora del GEMA Center for Genomics, Ecology & Environment de la Universidad Mayor e investigadora asociada de la Estación.

Así, se está estableciendo la evolución de especies invasoras en diferentes sectores del valle y se han profundizado estudios sobre las familias de salmónideos del área. Asimismo, se han catastrado más de 50 especies de briofitas y musgos. Como agrega Rodrigo De la Iglesia, “hemos desarrollado una línea de base asociada a la presencia de metales traza en los cuerpos de agua cercanos a la estación (ríos y fiordos), y también de la composición microbiana presente en esta agua”.

Como añade Alejandro Salazar, “también hemos apoyado múltiples trabajos de tesis de pregrado y de magíster de la UC, a través de algunas de ellas hemos podido comprender mejor las diferentes fases del poblamiento y colonización occidental del valle, y sus trasformaciones a lo largo del tiempo, a través del contacto con antiguos pobladores y sus descendientes”.

Para el decano de la Facultad de Ciencias BiológicasJuan Correa, “tener acceso a un lugar remoto, alejado del impacto humano -o no tanto, donde se pueden apreciar estos efectos en el territorio- es una oportunidad única. También permite contar con registros continuos -de viento, precipitaciones, nutirentes, etc- y acceder a ellos en tiempo real gracias a la tecnología”.

Estas características llamaron la atención internacional. Desde el año 2018 que la Estación Patagonia UC forma parte de la Red de Observatorios Hombre Medio, del Instituto Nacional de Ecología y Medio Ambiente (INEE), institución perteneciente al Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia. De esta manera, “l’OHM Patagonia – Bahía Exploradores” se convirtió en el primer miembro latinoamericano asociado a esta organización.

El foco de estudio de esta red es la ecología global, es decir, aquella que se preocupa de la relación del ser humano con el medio ambiente, desde distintas disciplinas.

Créditos fotografía: Estación Patagonia UC

Este convenio ha permitido la llegada de investigadores franceses a la estación. Como Julien Cucherousset, del Laboratoire Evolution & Diversité Biologique de la Université Paul Sabatier de Toulouse. “Poder realizar nuestro proyecto de investigación en la Estación Patagonia UC y ser parte del OHMi Bahia Exploradores, ofrece un contexto ecológico único para comprender los procesos naturales que permiten a las especies invasoras colonizar hábitats novedosos. De hecho, la red fluvial contenida en el área de estudio prácticamente no se ve afectada por otras perturbaciones humanas -por ejemplo, contaminación, fragmentación del hábitat- que no sean invasiones biológicas y muestra condiciones ambientales extremadamente contrastadas”, explica.

La posibilidad de comparar datos, compartir conocimientos, generar nuevas preguntas de investigación y ofrecer infraestructura que permita recibir a investigadores y estudiantes, nacionales y extranjeros, son algunas de las razones por las cuales la Estación Patagonia también forma parte de la Red de Centros y Estaciones Regionales UC (ver libro “Field Science in Chile”). Liderada por la Vicerrectoría de Investigación, esta red permite que la Universidad Católica esté presente en buena parte del territorio nacional, desde lo más árido del desierto de Atacama, en Alto Patache, en la región de Tarapacá, hasta lo más remoto de la Patagonia, en Puerto Williams.

Créditos fotografía: Libro Field Science in Chile

“Esta red le da a la Universidad una potencia enorme para entrar al concierto internacional, tener la posibilidad de contar con académicos de primer nivel y generar oportunidades para nuestros estudiantes, que de otra manera sería muy difícil conseguir”, afirma el decano Juan Correa y añade: “Las estaciones son lugares de encuentro, de generación de nuevo conocimiento interdisciplinario y formación de personas; pero sobre todo, permiten a la Universidad proyectarse en el territorio y vincularnos con el medio local. Lo que se genera en estos espacios es invaluable”.

Como concluye Alejandro Salazar, para esta nueva etapa, “un primer aspecto es el desafío de profundizar el vínculo con la comunidad, y poder difundir lo que hemos estado haciendo inicialmente, tanto a nivel local como regional. Es por esto que los vínculos con instancias e investigadores regionales es primordial, así como generar las sinergias para profundizar el conocimiento de estos espacios patagónicos y su importancia para el mundo. Las posibilidades que ofrecen estos territorios poco alterados para el estudio del cambio global son de interés internacional y de allí la necesidad de consolidar con las redes regionales vínculos que permitan perennizar las investigaciones y el monitoreo ambiental, y mostrar con esto al Estado la necesidad de una política nacional al respecto”.

Gestión de Prensa: Nota original de Nicole Saffie



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