Rostros UC y la FCB nuevamente se unen para ayudar a los vecinos del Barrio San Borja en el Mes de la Solidaridad
agosto 31, 2022
Hace años que en agosto se conmemora la Solidaridad. En Chile, esto se debe a dos razones: porque recoge la Declaración del Milenio de la ONU donde se estableció que el 31 de agosto se festeje el Día Internacional de la Solidaridad por ser este un valor esencial para las relaciones internacionales. Y por otro, porque coincide con la muerte de San Alberto Hurtado, el 18 de agosto de 1952.
Así como diferentes instituciones
realizan acciones solidarias, la Facultad de Ciencias Biológicas de la
Pontificia Universidad Católica de Chile, se une por tercer año consecutivo a
la campaña “Encontrémonos en la calle” y que busca visibilizar a las personas que
viven en situación de calle en el barrio San Borja, a las afueras de Casa
Central de la UC.
El proyecto nace de Rostros, de la Pastoral UC, conformado por estudiantes de pregrado de diferentes carreras y que tienen como meta cambiar la forma de vivir el día a día de las personas, acompañando y escuchando a quienes más lo necesitan.
Si en el 2020 y 2021 el objetivo
fue visibilizar las diferentes realidades que dejó la pandemia, tanto a nivel
espiritual como material, este año tras el retorno total a la presencialidad,
el mensaje fue “darse un tiempo para aprender del otro”.
Es por esto que, junto a la
Pastoral y el Equipo Comunidad de la Facultad, el pasado jueves 25 de agosto,
se realizó la campaña “Mesas a la calle”, la cual buscó voluntarios para preparar
una cena y compartir con los vecinos de Casa Central. A través de inscripciones online y
recaudación de alimentos, el Equipo Comunidad y la Pastoral, hicieron un
llamado a estudiantes, profesores y funcionarios, para participar de la
instancia, la cual finalmente tuvo una alta convocatoria.
María Victoria Agouborde, del
equipo de Rostros UC y quien estuvo presente en la actividad, asegura que estas
instancias permiten estrechar lazos más fuertes: “Dos veces a la semana como
equipo de Pastoral, visitamos a las personas en situación de calle. Destinamos
alrededor de dos horas a la semana para saber cómo están. Y si bien, estamos en
contacto con estas personas diariamente, las cenas nos permiten que otras
personas de nuestra comunidad universitaria conozcan esa realidad, sin ser
necesariamente de Rostros UC. Por eso creemos que estas cenas son la columna
vertebral del proyecto, y por eso también es tan importante su difusión y
realización”.
Otra de las personas que estuvo presente como cada año es María de los Ángeles Ossorio, estudiante de Ciencias Biológicas que ya va en su cuarto año de pregrado y que fue Premio Espíritu UC 2020. María de los Ángeles ha estado desde el inicio de este proyecto, y siempre se impresiona con lo que se logra: “Me alegra saber que hay nuevos integrantes y voluntarios que se suman a estas campañas. Yo ya estoy de salida, a punto de egresar, pero siempre que puedo, vengo. Hoy, ver una quinta versión de estas cenas, solo responde a la meta final de este proyecto: ganarle a la indiferencia”.
Para el equipo comunidad, que la
Facultad de Ciencias Biológicas se haga presente, significa un compromiso con
las personas que nos rodean. “Poder compartir activamente con otros, fuera de
nuestras responsabilidades y rutina diaria. Vincularnos, brindar un espacio
digno para las personas en situación de calle, refuerza el mensaje que queremos
entregar como equipo y Facultad”, asegura Constanza Aballay, Coordinadora de
Convivencia y Bienestar.
Mensaje que también refuerza Cecilia Riquelme, Directora de Desarrollo Académico y parte también del Equipo Comunidad: “Las personas que viven en la calle, día tras día, son invisibles a los ojos de todos nosotros; y, sin embargo, esta alianza de la FCB y Rostros UC, nos ha permitido hacer concreto el amor al prójimo. Para ellos es muy importante saber que son personas dignas de una conversación, de que otro se interese por ellos, de conocer su realidad y sus sueños. Creemos que es una actividad que llena el corazón y que nos brinda muchas enseñanzas”.
El encuentro fue bien valorado por las personas que transitaban por la calle, que en muchas ocasiones se quedaban atónitos mirando o tomando fotografías a la mesa. También fue bien valorado por aquellas personas que agradecían un plato de comida caliente, o simplemente una conversación en una mesa.